Hay una distancia infinita entre nuestros políticos y nosotros. Esa distancia se representa en impotencia y frustración.
La comunicación del pueblo, con los ciudadanos es nefasta, de eso no hay duda, o no hay comunicación.
Resulta difícil de pensarlo. En este nuevo mundo virtual en el que creemos que -gracias a Internet- nada está tan lejos, que todos nos comunicamos con inmediatez y concisión y en el que, sí, todos estamos cercanos o al menos nos sentimos así.
Pues no, en la política no es así, estamos muy lejanos.
Hace unos días leí una frase dicha por Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá y un gran ejemplo a seguir para nuestros políticos: “Informémonos antes de votar, conozcamos las opciones, leamos el menú antes de ordenar."
Esa frase debería pasar por nuestras mentes antes de ponerle un tache a nuestra elección.
Entonces tenemos que las redes sociales nos acercan y que entre nuestros políticos y nosotros hay mucha distancia, como resultado tendríamos que agarrar la fuerza de las poderosas redes sociales y tener una nueva manera de hacer política.
Y esto ya se ha hecho, Howard Dean fue el primero, apostó al uso de la Red para hacer política y el resultado fue que, por ejemplo, Obama la usara también en su campaña y que recaudara grandes sumas de dinero para su campaña por el contacto directo con sus votantes. Howard, el pionero, no ganó, pero Obama sí. Ganó, con un tremendo uso explotando las redes sociales (Facebook principalmente) escuchando lo que los jóvenes, la promesa del país, querían y él iba sobre ello. Esa frescura y originalidad para hacer política y mantener contacto con los votantes sin tocar la puerta de su casa o molestarlos por teléfono.
Es eso, un nuevo acercamiento que permite cierta transparencia del candidato pero también al candidato le permite conocer a los votantes, escucharlos.
Mockus, por ejemplo, ha hecho uso de las redes sociales de manera consciente: Facebook, Twitter, Blogs, Youtube y por supuesto que ha funcionado.
Primero ese punto: el acercamiento de los candidatos con sus votantes insinuando honestidad y contacto directo, pero también tenemos otra parte que es de infinita importancia: la participación ciudadana.
Si bien carecemos de comunicación precisa y transparente por parte de los partidos políticos, no hay, tampoco, una participación ciudadana. Los ciudadanos ven las cosas pasar en su propio país, en su propio municipio, ven las decisiones tomadas por alguien más y no por ellos, ven las ideas de alguien más llevadas a cabo para todos ellos. Cosas en las que están desacuerdo.
Es frustrante la supuesta democracia pero tenemos una alternativa y hay que sacarle provecho: los medios sociales, que nos invitan a una nueva forma de democracia y a la participación ciudadana necesaria.
La gente aportando sus ideas, proponiendo, dialogando y debatiendo, lo que nos hace falta y se nos facilita con estos medios sociales. Así se llenarán espacios vitales al momento de hacer política y generar mejoras.
En México claramente hace falta el uso de este espacio. Sí, Ebrard tiene Twitter y es un gran paso, la gente insiste por ahí, reclama, da ideas, pero no es suficiente. Es clave que se usen las redes sociales en campañas políticas para “conocer el menú antes de ordenar”.
Ese es el beneficio de los medios sociales, y deben, nuestros políticos, echarle más ganas y empezar a usarlos, renovar la forma de hacer política.
Por Maresia Díaz @marsdz
Resulta difícil de pensarlo. En este nuevo mundo virtual en el que creemos que -gracias a Internet- nada está tan lejos, que todos nos comunicamos con inmediatez y concisión y en el que, sí, todos estamos cercanos o al menos nos sentimos así.
Pues no, en la política no es así, estamos muy lejanos.
Hace unos días leí una frase dicha por Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá y un gran ejemplo a seguir para nuestros políticos: “Informémonos antes de votar, conozcamos las opciones, leamos el menú antes de ordenar."
Esa frase debería pasar por nuestras mentes antes de ponerle un tache a nuestra elección.
Entonces tenemos que las redes sociales nos acercan y que entre nuestros políticos y nosotros hay mucha distancia, como resultado tendríamos que agarrar la fuerza de las poderosas redes sociales y tener una nueva manera de hacer política.
Y esto ya se ha hecho, Howard Dean fue el primero, apostó al uso de la Red para hacer política y el resultado fue que, por ejemplo, Obama la usara también en su campaña y que recaudara grandes sumas de dinero para su campaña por el contacto directo con sus votantes. Howard, el pionero, no ganó, pero Obama sí. Ganó, con un tremendo uso explotando las redes sociales (Facebook principalmente) escuchando lo que los jóvenes, la promesa del país, querían y él iba sobre ello. Esa frescura y originalidad para hacer política y mantener contacto con los votantes sin tocar la puerta de su casa o molestarlos por teléfono.
Es eso, un nuevo acercamiento que permite cierta transparencia del candidato pero también al candidato le permite conocer a los votantes, escucharlos.
Mockus, por ejemplo, ha hecho uso de las redes sociales de manera consciente: Facebook, Twitter, Blogs, Youtube y por supuesto que ha funcionado.
Primero ese punto: el acercamiento de los candidatos con sus votantes insinuando honestidad y contacto directo, pero también tenemos otra parte que es de infinita importancia: la participación ciudadana.
Si bien carecemos de comunicación precisa y transparente por parte de los partidos políticos, no hay, tampoco, una participación ciudadana. Los ciudadanos ven las cosas pasar en su propio país, en su propio municipio, ven las decisiones tomadas por alguien más y no por ellos, ven las ideas de alguien más llevadas a cabo para todos ellos. Cosas en las que están desacuerdo.
Es frustrante la supuesta democracia pero tenemos una alternativa y hay que sacarle provecho: los medios sociales, que nos invitan a una nueva forma de democracia y a la participación ciudadana necesaria.
La gente aportando sus ideas, proponiendo, dialogando y debatiendo, lo que nos hace falta y se nos facilita con estos medios sociales. Así se llenarán espacios vitales al momento de hacer política y generar mejoras.
En México claramente hace falta el uso de este espacio. Sí, Ebrard tiene Twitter y es un gran paso, la gente insiste por ahí, reclama, da ideas, pero no es suficiente. Es clave que se usen las redes sociales en campañas políticas para “conocer el menú antes de ordenar”.
Ese es el beneficio de los medios sociales, y deben, nuestros políticos, echarle más ganas y empezar a usarlos, renovar la forma de hacer política.
Por Maresia Díaz @marsdz
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