Por Maresia Díaz
Outlier es una empresa que se encarga de hacer pants con la función trascendente de poder usarlos mientras pedaleas la bicicleta y de llevarlos puestos al trabajo. El diseño para esta empresa, más allá de el primer hecho de ser una empresa de ropa, se hace más presente en el sentido de la innovación en el proceso creativo, en el de convertir un par de pants en una prenda que sea aceptable en la oficina y que al mismo tiempo sean funcionales y cómodos para la movilidad en bicicleta.
Abe Burmeister es co-fundador de Outlier y cedió una entrevista a PSFK con el pretexto de la próxima conferencia de dicho sitio. La entrevista giró en torno a cómo el Internet transforma los productos físicamente, es decir, cuáles son las implicaciones de la plataforma virtual en el diseño.
Para Burmeister, el Internet cambia el proceso de diseño y producción de un producto de tres maneras: la relación entre el diseñador y los clientes, los costos y el tiempo de hacer negocios y la manera en que la información del producto viaja. Todo esto se logra, claro está, con el uso -buen uso- de las redes sociales.
Entonces, ¿cómo cambia el producto de manera física con el Internet? La respuesta se encuentra en el primer aspecto que menciona Abe, en la relación entre el diseñador y el cliente. Cuando hay un acercamiento con el cliente, cuando se vuelve personal e individual, digamos que de alguna manera íntimo, el producto final cambia porque conoces cuáles son las necesidades reales de los clientes y, más allá de las necesidades, los gustos y expectativas que convierten a un producto inicial en uno que cumpla con lo que el cliente quiere resultando como un producto mejor que entiende al mercado que quiere llegar.
Abe menciona también que un producto se vende por sí mismo así que cuando te lo topas en alguna red social o en Google, así que el diseño final de un producto -que tiene la posibilidad de cambiar a partir de el acercamiento diseñador-cliente- es el que va a atrapar al cliente y le creará la idea de comprarlo, sí, a partir del diseño. La implicaciones siguientes serían el buen manejo del espacio virtual, desde la página web de la empresa hasta su cuenta de Twitter. En el caso de esta empresa, por ejemplo, en la página -y como lo hacen- deben explicar la ideología detrás de un par de pants y las iniciativas e innovaciones tecnológicas del producto.
La disponibilidad y apertura de los diseñadores desde las redes sociales es crucial para el buen funcionamiento de su empresa y el alcance de su objetivo sin olvidar, por supuesto, la imagen final del producto y todo el proceso creativo que surgirá de la relación diseñador-cliente con el uso de mencionadas herramientas.
Vía PSFK