Por Maresia Díaz
Las elecciones en Estados Unidos pasaron y las sorpresas –aunque no del todo- llegaron.
El uso de las redes sociales en momentos electorales provee una serie de respuestas en materia de estudio de mercado y cuestiones sociológicas. La inmediatez de Twitter, por ejemplo, es la manera sencilla de identificar en qué momento se dice algo sobre determinado tema y, más allá, se complementa con información sobre aspectos demográficos y, evidentemente, personales. Todas las características identificables gracias a Twitter resultan interesantes por el valor de elementos de investigación y para su uso en campañas políticas, como sucedió en Estados Unidos.
Pero después de todo el proceso electoral y las miles de estrategias y campañas determinadas a partir de las redes sociales y el estudio de mercado, la calma y las sorpresas no llegan. Las sorpresas se presentan y así siguen saltando elementos importantes para el estudio y el análisis de los resultados electorales y lo que significan.
El blog Jezebel se percató y se dedicó a recolectar una serie de tweets significativos. El blog publicó, al día siguiente de las elecciones, un slideshow con tweets, pues, racistas.
El discurso que 140 caracteres pueden revelar, en momentos emblemáticos de la vida de un país, es impactante. Ese pequeño espacio de microblogging, como algunos le llaman, abre las puertas y evidencia puntos cumbres en las reacciones de los ciudadanos norteamericanos y nos puede llevar al ya mencionado análisis de respuestas, de percepción y de conductas ciudadanas.
Una vez que los tweets se encontraron en el blog de Jezebel, Floating Sheep se dedicó a hacer la otra parte de la especificación: hacer operaciones aritméticas y determinar la geografía de los tweets.
Probablemente, la localización de los tweets con ese discurso no es sorprendente, esto, claro, por motivos sociológicos y antropológicos. Es decir, Romney ganó estados en donde, por su conservadurismo que asusta, eran de esperarse este tipo de reacciones en contra del segundo mandato de Obama.
Y es aquí en donde entra el estudio del comportamiento de los usuarios respecto a sus conductas y sus correlaciones con la geografía, historia del estado, educación y todo lo resultante en una ideología política. Por supuesto, y hay que dejarlo claro, Twitter no hace todo el trabajo, no resuelve la investigación ni mucho menos, pero sí funciona como una gran herramienta para encontrar elementos que cuestionan e inquietan.
Aquí la lista de los estados y su estadística de tweets con contenido racista.
Vía: Mashable
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