Hace poco, Mashable publicó una nota sobre una posible nueva campaña viral para publicitar una película aún desconocida.
La página es el Proyecto DSWR, un proyecto que se describe como esencial para la comprensión del origen de la vida. Pretenden "capturar las ondas de radio de lo más profundo del espacio y analizar los patrones y mensajes". "Trabajamos en conjunto para responder a la pregunta: ¿Estamos solos en el espacio?".
Sin duda alguna, esto suena a una súper producción cinematográfica y queda claro con el sello Copyright de Warner Bros Ent. Que hay en la parte inferior de la página.
Las redes sociales llegaron, lo viral se convirtió en la mejor forma de hacer que la gente hable de algo. Por supuesto, todo tenía que cambiar, toda marca, todo producto debía incluirse en esta nueva dinámica para hacerse notar y enganchar al público. A esto le llaman el Viral Marketing. Funcional siempre y cuando se analice y se hagan estrategias pertinentes, como en todo proceso.
Pero, una vez dicho, entonces ¿por qué las películas no debían hacerlo? Siendo un producto de consumo masivo, claro que debían. Internet vino a cambiar todo, no sólo la manera de hacer publicidad en torno a una película, sino también su contenido mismo. Los discursos estéticos y narrativos que encontramos en las películas tienen que cambiar porque la sociedad cambia y porque ahora hay otra manera de consumir los mismos discursos. La violencia, por ejemplo, no es lo mismo en las películas desde el uso de Internet y su propagación, pues, viral, Michela Marzano hace un puntual ensayo sobre "La Muerte como Espectáculo".
Es la evolución digital la que cambia todo tipo de contenidos y procesos. Éstas nuevas formas de hacer Marketing tendrían que haber pasado porque hay que llegar hasta el hábitat del público. Hay que incluirnos a los cambios y construir algo fenomenal a partir de las potentes herramientas que tenemos ya.
Por eso, esta intención "viral" de alguna súper producción de Warner próxima a conocerse, es una gran idea. Porque Internet está ahí y no puede estar separado ya de la realidad no virtual, ni ésta entenderse sin él. Es esa nueva manera ingeniosa de llegar al inconsciente colectivo desde nuevos medios.
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