Desde luego, las plataformas virtuales nos han ayudado a ponderar las posibilidades a la hora de buscar empleo. Los currículos, han cambiado de formato a partir de espacios creados para armarlos y difundirlos. Pero, como siempre, no es suficiente con una sola red social, no es suficiente con una sola manera. Siempre hay alguien que de pronto llega a innovar, a ponerle algo de distinto y a generar.
Cosa que hizo Enzo Vizcaíno, un periodista que tenía ya un currículo que llenaba una canción pero que no tenía trabajo. De pronto, se le ocurre transgredir las formas convencionales y, con valor y seguridad y, con su currículo, hacer una canción, cantarla en el transporte público, grabarse y subir el video a YouTube. A ver si, de casualidad, el video se difunde bien y consigue trabajo de algo, con quien sea.
Más de 500,000 personas han visto el video. Esta ingeniosa manera le valió a Enzo un trabajo de guionista y colaborador en un programa televisivo.
La difusión, que la gente, aunque a veces no le interese, se entere, de eso va el éxito de estas aventuradas formas que utilizan y conocen el espacio y los alcances de las redes sociales.
Preguntándonos y siendo realistas, ¿funcionaría nuevamente este formato para pedir trabajo? No, tal vez no. Volver a hacer lo mismo, utilizando exactamente la misma fórmula le restaría valor e impacto. Lo que sí, es que a Enzo se le ocurrió brillantemente y le funcionó, cosa que refleja claramente que, aunque la fórmula no sea la misma, alguna nueva puede funcionar si no se limitan a las formas convencionales y si se le pone atención y se le da usabilidad y sentido a las redes sociales.
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