Sabemos que las redes sociales influyen de gran manera en la difusión de un producto, una noticia y que nos facilitan conexión con las personas, pero, ¿sabemos los efectos reales y profundos? Yo creo que no.
Las repercusiones que tiene una red social en nuestras vidas van mucho más allá de tener una conversación por chat, de comentar algo por Facebook o de ponerse de acuerdo para una reunión. No habíamos tomado en cuenta a los estudios científicos que aportan respuestas acerca del impacto de las redes sociales.
Lo que nos pasa a los que formamos parte de ellas es que no nos percatamos del impacto que tiene algo que leemos en nosotros mismos. Ni siquiera estamos conscientes de por qué sonreímos si alguien pone un status de felicidad u algún otro, de tristeza, por ejemplo. Banalmente pudimos haber pensado que nuestro gran amigo podría influir en nosotros de alguna manera ¿pero personas que no conocemos? Resulta ser un poco terrorífico, que alguien que no conoces condicione de alguna manera tus acciones, tus pensamientos incluso tus estados de ánimo.
Los estudios dicen que estamos conectados a 8,000 personas por medio de 3 grados de influencia.
Cuando notamos que estamos más expuestos de lo que pensamos caemos en cuenta de que lo que publicamos en esas redes repercute a grandes distancias, entonces, estaría bien cuestionarnos sobre el contenido, sobre lo que exponemos a la vez hacia miles de personas.
Si estamos felices y ponemos un “status” en donde lo expresemos, éste estado de ánimo se contagia de manera impresionante así que ¿qué sería bueno que contagiáramos?
Sería idóneo que generáramos algo óptimo. Con una sola persona que tenga una idea interesante en mente, algo sustancioso, que genere mejoras, es suficiente para que miles de personas lo conozcan y así se reproduzca.
Interesante poder el que tienen las redes sociales, interesantes consecuencias en nosotros desde esas plataformas, lo que sería más interesante es provocar cambios potenciales. Darle el uso debido a estos monstruos comunicacionales.
Las repercusiones que tiene una red social en nuestras vidas van mucho más allá de tener una conversación por chat, de comentar algo por Facebook o de ponerse de acuerdo para una reunión. No habíamos tomado en cuenta a los estudios científicos que aportan respuestas acerca del impacto de las redes sociales.
Lo que nos pasa a los que formamos parte de ellas es que no nos percatamos del impacto que tiene algo que leemos en nosotros mismos. Ni siquiera estamos conscientes de por qué sonreímos si alguien pone un status de felicidad u algún otro, de tristeza, por ejemplo. Banalmente pudimos haber pensado que nuestro gran amigo podría influir en nosotros de alguna manera ¿pero personas que no conocemos? Resulta ser un poco terrorífico, que alguien que no conoces condicione de alguna manera tus acciones, tus pensamientos incluso tus estados de ánimo.
Los estudios dicen que estamos conectados a 8,000 personas por medio de 3 grados de influencia.
Cuando notamos que estamos más expuestos de lo que pensamos caemos en cuenta de que lo que publicamos en esas redes repercute a grandes distancias, entonces, estaría bien cuestionarnos sobre el contenido, sobre lo que exponemos a la vez hacia miles de personas.
Si estamos felices y ponemos un “status” en donde lo expresemos, éste estado de ánimo se contagia de manera impresionante así que ¿qué sería bueno que contagiáramos?
Sería idóneo que generáramos algo óptimo. Con una sola persona que tenga una idea interesante en mente, algo sustancioso, que genere mejoras, es suficiente para que miles de personas lo conozcan y así se reproduzca.
Interesante poder el que tienen las redes sociales, interesantes consecuencias en nosotros desde esas plataformas, lo que sería más interesante es provocar cambios potenciales. Darle el uso debido a estos monstruos comunicacionales.
Por Maresia Díaz @marsdz
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