Por Maresia Díaz
Aquello de lo que nos burlamos, aquello de lo que inventamos chistes, aquel hecho espontáneo que le causó un “osote” a la persona a la que le pasó o la que lo hizo y que de pronto se volvió un lugar común en nuestras conversaciones, a aquello se le llaman memes.
Aquello de lo que nos burlamos, aquello de lo que inventamos chistes, aquel hecho espontáneo que le causó un “osote” a la persona a la que le pasó o la que lo hizo y que de pronto se volvió un lugar común en nuestras conversaciones, a aquello se le llaman memes.
El término meme fue acuñado por Richard Dawkins y se refiere a una idea cultural que proviene de cualquier campo, tecnológico, ideológico, de moda, de deporte, etc.
Aquella idea se reproduce, se auto-replica y se esparce en la sociedad. También ha sido comparado con los genes y la evolución porque una meme sufre variaciones y puede desaparecer o mutar y permanecer vivo y evolucionar junto con la sociedad.
Gracias, desde luego, al Internet, las memes se esparcen rapidísimo y llegan a lugares muy lejanos.
¿Un término que actualmente se rige por los medios de comunicación y mayormente por Internet, comparado términos científicos? ¿Ya coincidimos en que todo esto de las redes sociales va mucho más allá de su uso y las obviedades como que sólo sirve para saber qué es lo que hace el otro en tiempo real y poder ver videos musicales y conocer nuevas bandas? Pues sí, va mucho más allá. Claro está que forman parte de los procesos socioculturales y a partir de ellos forman parte de más procesos y sus creaciones, e implicaciones en individuos y en sus comportamientos y terminan por formar parte de nuestras vidas participando en las conversaciones del día a día.
Puede que las memes pasen desapercibidas para unos, para otros genere tanto interés que realicen análisis sobre su impacto y consecuencias, para otros el algo tan ligero que lo consumimos como burla y ayudamos a que, por decirlo así, trascienda.
Youtube es, sin duda alguna, la herramienta más grande para crear memes , como prueba irrefutable están aquellos videos de donde salen los famosísimos “yo no choque, me chocaron”, “me amarraron como puerco” y la teoría espiritual del “¡fua!” que ya tiene su juego en Internet el cual consiste en aniquilar zombies y recuperarte con un ¡fuaa!.
Y así, nosotros logramos que las memes, con ese nombre tan sencillo y con implicaciones tan grandes, trasciendan de generación en generación o no evolucionen y mueran.