Por Diana Romero
Decidí ponerme "ad hoc" con la fecha, y este sonado Día de San Valentín o Del Amor y la Amistad como le nombramos más comúnmente aquí en México, lo que me llevó a unir dos tópicos que se relacionan estrechamente, la creación de una "especie de app, red social o herramienta" que nos acerca a personas que nos cautivaron en algún lugar público y que por las circunstancias no tuvimos la oportunidad de conocer, con la trama de una película lanzada en el Toronto Film Festival 2001.
Decidí ponerme "ad hoc" con la fecha, y este sonado Día de San Valentín o Del Amor y la Amistad como le nombramos más comúnmente aquí en México, lo que me llevó a unir dos tópicos que se relacionan estrechamente, la creación de una "especie de app, red social o herramienta" que nos acerca a personas que nos cautivaron en algún lugar público y que por las circunstancias no tuvimos la oportunidad de conocer, con la trama de una película lanzada en el Toronto Film Festival 2001.
Los orígenes "románticos" de esta plataforma son vivencias del creador quien vio en el subterráneo de Madrid a alguien que llamó su atención, pero para su desgracia se bajó en una estación antes que la suya, mientras él pensaba: “¡no te bajes! ¡no te bajes!” y a los 15 segundos vio como “su tren se iba”, también literalmente. La segunda fuente de inspiración fue un tipo de "leyenda urbana" del 2007 donde un chico de Nueva York vio en el metro a la que llamó “la chica de sus sueños”, la dibujó en un papel junto a otro dibujo de él mismo, y distribuyó en Internet hasta dar con ella, ideas con las Jorge Gutiérrez crea Veove.*
Veove, es una plataforma que utiliza los mismos principios básicos de la historia en Nueva York, creando un avatar propio, el de la persona que nos cautivó y la "escena Veove" que es donde le vimos por primera vez; para después compartirla en los medios sociales dominantes: Twitter y Facebook para que gracias a la magistral: Teoría de los 6 grados de separación nuestra escena Veove llegue a los ojos de la persona indicada.
Si encontraremos de esta manera al "amor de nuestra vida" ¿qué pasará entonces con el destino?, con las frases cliché de: si es para ti, sucederá, coincidirán o se encontrarán en el momento oportuno... Lo que me hace unir este post al film que mencionaba al inicio, hace algunos años un buen amigo [@jrlothlorien] me recomendó, una comedia romántica, que seguro muchos conocerán: Serendipity o Señales de Amor.
Historia que se desarrolla también en Nueva York, donde Jonathan (John Cusack) y Sara (Kate Beckinsale) se enamoran "a primera vista" y literalmente parece que el destino quiere que se encuentren, la idea central de la trama es que "el universo" les da varias "señales" para que estén juntos cuando sus vidas son completamente ajenas y distintas.
Después de conocerse "al azar" cuando ambos pretenden alcanzar el último par de guantes de cachemir en una tienda departamental. Y después de tomar un café, Jonathan cree que debería verla otra vez, pero "el destino" le da un giro a sus planes y ahí es donde Sara hace uso de sus creencias sobre el amor idílico y la ferviente idea de que si están destinados a estar juntos, Jonathan recibirá algún tipo de señal en el futuro...
A quiénes no han visto la película no deseo arruinarles el final, así que regreso a la idea central de la nota, ¿la forma en la que nos conectamos actualmente está atentando contra nuestro destino?.
Con plataformas como éstas, estaremos alterando nuestras decisiones, o personas con las que nos conectamos a diario en Facebook o Twitter ¿tendrían conexión directa con nosotros de no ser por ese "acercamiento virtual"?
¿Cuántos de éstos son "descubrimientos casuales", coincidencias, o "accidentes afortunados"?
Si son como yo cuando se enamoran seguramente les atrae mirar atrás, recordar cada una de las decisiones que los acercaron a esa persona, los momentos, y las "circunstancias", quiero resaltar el significado dejándoles la definición de la RAE: Accidente de tiempo, lugar, modo, etc., que está unido a la sustancia de algún hecho o dicho. Y finalmente enfatizar las palabras: tiempo y lugar, y por último preguntarnos: ¿qué tal si...?
*Los extractos de las citas del creador de Veove provienen del sitio Fayerwayer.
