Después de que la mencionada enciclopedia anunciara su desaparición impresa el año pasado, nos anuncia ahora que lanzará una nueva aplicación para iPhone y iPad, digamos, vuelve a nacer de entre las cenizas. La noticia, por supuesto, puso en un estado anímico de tristeza a muchos pero ¿les habrá levantado el ánimo saber que habrá una versión digital supliendo el material impreso, la esencia de la enciclopedia?
Muchos debates ha habido sobre si es mejor lo impreso o lo digital y la verdad es que no podríamos decir cuál es mejor porque, aunque suene seco, lo básico y fundamental sigue, es decir, el contenido y es por eso que se vuelve más difícil porque los gustos y fijaciones personales salen a relucir y convierte en un debate el si es mejor tener el libro físicamente o tenerlo virtualmente y ocupando memoria de tu computadora o Tablet. Se usa, se critica o se aplaude según los intereses y –hay que tomarlos en cuenta- sentimientos. Pero ahora ¿qué significa tener a la erudita enciclopedia en una plataforma virtual? Se puede sentir alivio porque seguirá aportando contenido, porque tan desamparados no estaremos pero, también, sigue el sentimiento de
pérdida porque “ya no es lo mismo”, la esencia, repito, de la enciclopedia se perdió ya. Tener los más de 30 volúmenes en el librero es un gusto que no pasará más.
Tenemos muy claro que la empresa estaba perdiendo, resulta “innecesario” –para muchos- comprar una enciclopedia cuando puedes encontrar “la misma información” en Internet mucho más rápido y compacto. Pero eso es sólo un pensamiento inmediato, si bien podemos encontrar tanta información en Internet existe el problema del “no saber buscar” así que se genera desinformación, entonces, no todas las fuentes son, mencionémoslo así, buenas. Y no podemos pensar igual al contenido en Internet y al que se encuentra en una enciclopedia, la información no siempre es la misma a menos de que la fuente tenga una versión impresa y otra digital. Caemos también en una equivocación al pensar que Wikipedia nos salvará e ilustrará, no podemos negar que es una fuente inmediata y fácil y muy recurrida pero, ¿sabemos quiénes publican contenido?
No, no lo sabemos, sólo sabemos que cualquiera que tenga una cuenta ahí puede “aportarnos” conocimiento o desinformarnos, claro. Tampoco sabemos si los artículos están previamente editados o si están bien editados, hay una brecha de confianza y veracidad con el contenido y la página, se encontró en un estudio reciente que 6 de cada 10 artículos en Wikipedia sobre, al menos, empresas contienen errores.
Encyclopaedia Britannica lanzará esta aplicación disponible en iTunes y anticipa que más tarde en este año buscarán lanzar una versión para Android.
El acceso a la información es un punto evidentemente importante y lo tenemos, aunque no en todos los casos, podemos decir que hay herramientas suficientes pero al mismo tiempo debemos aceptar y notar que existen deficiencias con las nuevas herramientas y con el cómo se maneja y se comparte la información. Tener a una enciclopedia que se reinventa para ofrecer información por medio de nuevas plataformas es algo que nos brinda confianza y que nos relaja cuando pensamos que tenemos un sitio al que acudir para abrirnos la mente y llenarla con algo. Por otra parte, es una plataforma que permitirá que el contenido de la enciclopedia renueve información constantemente combatiendo así la problemática -que incluso la publicación reconoció- de que el contenido de los libros se vuelve rápidamente obsoleto.
Lo que queda, más allá de desprendernos de los sentimientos que nos atan a la imagen del libro físico y desprendernos del resentimiento hacia la “frialdad” de lo digital, es, claro está, usar esta herramienta, esta nueva versión en la que la publicación renace tratando de no desaparecer adaptándose e involucrándose en nuevos procesos y movimientos informativos.
Vía: The Telegraph