Por Maresia Díaz
Hoy a la 1:39 AM Curiosity “amartizó” y las redes sociales participaron y permitieron que no todos, aclaremos, pero sí muchos habitantes afortunados en la Tierra pudieran comentarlo y verlo a casi nada de diferencia del momento en que sucedió. Vimos otro planeta desde nuestras casas, desde los dispositivos móviles, qué increíble. Y todos nos sentimos con la posibilidad de participar de opinar y de estar al menos desde 140 caracteres.
Hoy a la 1:39 AM Curiosity “amartizó” y las redes sociales participaron y permitieron que no todos, aclaremos, pero sí muchos habitantes afortunados en la Tierra pudieran comentarlo y verlo a casi nada de diferencia del momento en que sucedió. Vimos otro planeta desde nuestras casas, desde los dispositivos móviles, qué increíble. Y todos nos sentimos con la posibilidad de participar de opinar y de estar al menos desde 140 caracteres.
Esto, por supuesto, puede significar muchas cosas, me refiero al hecho de que se trasmitan videos desde Marte en tiempo casi real a los terrícolas o tal vez lo que realmente signifique lo sepa la NASA u otras instituciones que sí pueden hablar del tema pero, desde una óptica ordinaria y con atrevimiento hay que considerar otras significaciones en lo que nos concierne, las redes sociales.
Significa, primero, el cumplimiento de eso que sólo se veía en películas de ciencia ficción, la trasmisión en vivo desde otro planeta a través de una red de Internet que llega a todo el planeta, aunque recordemos y quitémosle un poco de emoción a esa idea, la red no nos llega a todos por igual, hay aún una gran brecha digital así que el suceso es para algunos privilegiados. Estamos hablando de la galaxia, de habitar un planeta, estar en casa, frente a un computador, una tableta o un smartphone y entrar a una página que provea live streaming en donde la NASA esté registrada y comparta la señal que –y aquí viene lo increíble- envía un robot de casi una tonelada de peso que viajó desde la tierra a la velocidad de la luz hasta llegar a Marte, el planeta rojo, otro planeta. Vimos el momento en el que, como dicen ahora, “amartizó” ese robot en otro planeta en tiempo real, bueno, en realidad, casi, la señal tarda poco más de 13 minutos en llegar a la Tierra pero qué importa, son trece minutos los que nos separan de Marte gracias a –y para quien va ese gracias parece un atrevimiento, una osadía, pero hay que mencionarlo por la herramienta que es- Ustream. Por supuesto, una osadía fue y es que hay muchas herramientas antes que sólo Ustream y aunque no herramientas en cuanto a redes sociales se refiere, sí a herramientas que van desde Internet hasta una cámara que fotografíe y grabe Marte.
Eso es lo increíble, que un suceso así se trasmita casi en tiempo real y que se comente en el momento en el que se ve, eso sí, desde las redes sociales. Seguramente sus timelines explotaron de tweets y retweets sobre Curiosity y su “amartizaje” y es que la emoción se desbordó en la web. Aunque también -y hay que mencionarlo como otra posible respuesta al qué significa que este suceso se trasmita a 13 minutos de diferencia- dentro de esos tweets y retweets había teorías de conspiración, de que eso sólo es una gran cortina de humo, de que es una falacia, de que no es posible, de que qué ingenuos los que se (nos) emocionamos. Eso se respeta, se cree lo que se quiera creer, lo importante es que se dice, se comparte en el momento en el que sucesos históricos se presentan.
Ustream, Twitter, Facebook, Blogs, Tumblr, Youtube, nosotros. Toda la participación e involucramiento de nosotros los terrícolas en un suceso histórico se vuelve posible desde las plataformas que unen a todos y fungen como eso, como un espacio de participación, desde las redes sociales.