Por Maresia Díaz
En el post pasado mencionamos las estadísticas de lo que compartimos en los medios sociales y encontramos que en Youtube, el apogeo de los links es más duradero. Es decir, la gente los ve más y son más compartidos que en otros medios sociales. Pero hay una pregunta que importa: ¿por qué?
En el post pasado mencionamos las estadísticas de lo que compartimos en los medios sociales y encontramos que en Youtube, el apogeo de los links es más duradero. Es decir, la gente los ve más y son más compartidos que en otros medios sociales. Pero hay una pregunta que importa: ¿por qué?
La respuesta la tiene Jonah Berger, quien es
el profesor asistente de Marketing de Joseph G. Campbell en la Universidad de
Pennsylvania. Berger estudia las epidemias sociales o cómo los productos y las
ideas participan en los comportamientos y el por qué llegan a ser populares.
Examina la toma de decisiones individuales y la dinámica social formando
resultados colectivos como las tendencias, la influencia y el contagio social.
Pues Berger nos dice que la respuesta a ese
por qué tiene que ver con lo psicológico y hasta con lo fisiológico. Los resultados expulsados de sus estudios
indican que el contenido positivo es más compartido que el negativo pero,
aclarando, que sí existe una “relación compleja entre la emoción y la
transmisión social.”
Lo viral de los videos va de la mano con un
“despertar fisiológico”. Los contenidos que evocan excitación positiva alta,
que despiertan, tales como la ansiedad, el miedo o la ira, son más propensos a
ser compartidos. En cambio los que “apagan” o “desactivan” las emociones son
menos virales. Estos resultados se mantienen incluso con lo práctico,
interesante o útil que pueda llegar a ser un contenido.
Es decir, todo ese contenido transmitido se
rige por la activación o exaltación que puedan provocar en las personas, por el
despertar que generen.
Eso que sentimos al ver un video, lo que nos
produce e induce es lo que hace que queramos que la gente lo vea, también, muy
probablemente, estos videos reflejan experiencias de vida y profundas
conexiones sociales.
Este estudio se limita a conocer qué contenido
es más viral, si el negativo o el positivo pero como hipótesis plantean que el
positivo porque refleja lo positivo del remitente.
Así que sigamos compartiendo, aunque sean
efímeros, videos que nos despiertan emociones que, aunque evidentemente las
sentimos, no estamos general y completamente consciente de que ese sea el
motivo de el por qué compartimos ciertos videos.