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Todos venimos de contextos distintos. Cuando llegamos a contarle a alguien algo quien no conoce el contexto de lo que dices, ni conoce de lo que hablas, nunca entenderá lo que le estás diciendo entonces no habrá verdadera comunicación.
Así como en la vida real los contextos cambian profundamente, en lo virtual, en la red, también. Ahí se crean nuevos grupos con intereses similares y con los que es fácil comunicarse porque hay un entendimiento. De ese aspecto tomamos que hay distintas maneras de comunicarse a partir de los distintos grupos y, repito, contextos.
En la redes sociales, por supuesto que los hay. Comunicarse por Twitter es completamente distinto a hacerlo por un Blog o incluso por Facebook. La manera particular del lenguaje de cada red social se debe al tipo de público que cada una tiene.
Importa también las palabras que se utilizan en cada una de ellas, es decir, en Twitter se conocen los hashtags.
Los hashtags funcionan así:
Un hashtag es una serie de caracteres formada por una o varias palabras conectadas y con un signo de número (#) al inicio. Primero a alguien se le ocurre crear un hashtag, seguido de un mensaje que represente lo que dice en su hashtag.
Un hashtag es una serie de caracteres formada por una o varias palabras conectadas y con un signo de número (#) al inicio. Primero a alguien se le ocurre crear un hashtag, seguido de un mensaje que represente lo que dice en su hashtag.
Después, a alguien más se le ocurre algo que tiene que ver con ese hashtag, lo twittea con su respectivo hashtag y después a alguien más se le ocurre otra cosa, después a alguien más, a alguien más, etc. Se va multiplicando.
El éxito de ese hashstag consiste en que lo utilice la mayor cantidad de gente y para que eso ocurra, el hashtag debe de ser, en un sentido, general, entendible y un tanto común.
Ahora, cuando llegas a hablarle a un usuario de Facebook sobre ese hashtag, nunca entenderá lo que le dices puesto que en su red social, no se comunican de la misma manera y el no está compartiendo tu lenguaje “twittero”.
Podríamos decir que lo más cercano, aunque no lo mismo, a un hashtag en Facebook es el darle Like a una página creada por alguien con una frase como “Yo tambien he dicho “no tengo nada” cuando me estoy muriendo de tristeza” como eso parece que a “todo” el mundo le ha pasado, pues todos le dan su respectivo like. Lo que no se compara es que el hashtag te da tu espacio de creatividad y el otro no.
Aunque el público de Twitter es enorme, el de Facebook es más y diferente. El público de Twitter no quiere reencontrarse con sus amigos de la primaria, el de Facebook sí. El de Twitter no etiqueta y comenta varias veces sobre una foto, el de Facebook sí.
En Twitter el contenido es abierto a todos los usuarios y a los que no lo son también, en Facebook no. Facebook es, por decirlo de alguna manera, personal. Los contenidos en Twitter son mucho más directos e inmediatos y con mucho mayor alcance.
Las cosas que suceden en Twitter no se quedan precisamente en Twitter pero digamos que no pueden mudarse a otra red social por su contenido, su lenguaje y, por supuesto, su público.
Por Maresia Díaz @marsdz
El éxito de ese hashstag consiste en que lo utilice la mayor cantidad de gente y para que eso ocurra, el hashtag debe de ser, en un sentido, general, entendible y un tanto común.
Ahora, cuando llegas a hablarle a un usuario de Facebook sobre ese hashtag, nunca entenderá lo que le dices puesto que en su red social, no se comunican de la misma manera y el no está compartiendo tu lenguaje “twittero”.
Podríamos decir que lo más cercano, aunque no lo mismo, a un hashtag en Facebook es el darle Like a una página creada por alguien con una frase como “Yo tambien he dicho “no tengo nada” cuando me estoy muriendo de tristeza” como eso parece que a “todo” el mundo le ha pasado, pues todos le dan su respectivo like. Lo que no se compara es que el hashtag te da tu espacio de creatividad y el otro no.
Aunque el público de Twitter es enorme, el de Facebook es más y diferente. El público de Twitter no quiere reencontrarse con sus amigos de la primaria, el de Facebook sí. El de Twitter no etiqueta y comenta varias veces sobre una foto, el de Facebook sí.
En Twitter el contenido es abierto a todos los usuarios y a los que no lo son también, en Facebook no. Facebook es, por decirlo de alguna manera, personal. Los contenidos en Twitter son mucho más directos e inmediatos y con mucho mayor alcance.
Las cosas que suceden en Twitter no se quedan precisamente en Twitter pero digamos que no pueden mudarse a otra red social por su contenido, su lenguaje y, por supuesto, su público.
Por Maresia Díaz @marsdz
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