Por Maresia Díaz
Hacer nuestro propio branding no es tan sencillo como podríamos pensar. Ser objetivos muchas veces nos cuesta trabajo. Elegir entre qué sí y qué no mostrar de nosotros es una decisión que ni siquiera tomamos en cuenta o simplemente evadimos.
Aquí cinco puntos que encontramos en The Daily Muse para recordar que nosotros también nos vendemos:
1. Cree en tu propio valor.
Aunque suene humanista, el primer paso es ese. La realidad es que para poder mostrarse de alguna manera, hay que saberse de tal manera, o lo contrario, pero hay que creerse lo que se es y lo que no se es.
2. Ser consciente de cómo nos exponemos en las redes sociales.
El uso de las redes sociales evidencia siempre alguna parte, incluso inconsciente, de nosotros. No es necesario ir al psicoanalista -o sí; vayan-, es suficiente, por lo menos para el branding personal, tener consideraciones y estar consciente todo el tiempo de que no sabes quién te puede estar leyendo.
3. Acudir a los eventos con objetivos.
Siempre hay eventos para reclutar o conectar con gente que podría ayudarte. Acudir a ellos solo para ver “qué hay” o para ver qué resulta de eso sin tener algún objetivo es una pérdida de tiempo. Una buena idea es identificar quién está en esos lugares, con quién podrías relacionarte y qué es lo que harás con la información que obtengas del evento.
4. Darle valor a los demás.
Y con “los demás” nos referimos a todos los demás que, por supuesto, trabajen con calidad aunque no necesariamente se relacionen con tu trabajo completamente. Aún es importante ser consciente de a quién estamos recomendando y de quién y qué trabajos estamos valoramos porque, al final, como todo, eso también habla de nosotros.
5. Saber en qué momento dejarlo ir.
Sí, insistir y hacerles saber que estás ahí pendiente y comprometido es muy importante, pero, como para todo, hay una línea delgada que hay que saber distinguir para que no sea demasiado y aturda a la persona que puede darte trabajo. Mantenerse objetivos y leer las señales para reconocer en qué momento es prudente mandar o no un correo electrónico, por ejemplo.
Son puntos básicos pero muchas veces olvidados. Es indispensable reconocerse y saberse para tomar decisiones, saber qué sí y qué no y cómo hacerlo. Cada quien hace su propio branding y, para eso, hay que investigarse a uno mismo.
Vía: The Daily Muse
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