Por Maresia Díaz
Hace pocos días, YouTube, la red social de videos más importante, anunció que integraría ahora los canales de paga. Cosa que, seamos sinceros, se veía venir.
Se puede decir que no es válido que una red social comience a cobrar por sus contenidos, que limitaría bastante a los usuarios y demás comentarios en contra de que una red social cobre por sus servicios.
Todos sin tomar en cuenta, o sí, que sería como una televisión. Una en un nuevo espacio.
La realidad es que esto bien podría hablar de un futuro de la televisión, que si bien no sería un absoluto suplente, sí sería una extensión de la misma que podría funcionar mucha veces como alternativa. Las características están: canales que sólo se pueden ver en el país de origen –por lo pronto-, temáticas y personajes de todo tipo, desde yoga hasta el canal que es sólo sobre golf, etc. Dentro de la misma red social que tiene sus fieles y particulares usuarios, se segmenta nuevamente por los canales, como en la misma TV.
Smart TV, Gay Direct, Digital Theatre, por ejemplo, son canales que son o parecieran ser dirigidos hacia una “minoría” interesada, en este sentido, son contenidos que encuentran un espacio ideal para llegar a su público de una manera, digamos, libre. Suena así como una extensión de la televisión que funciona como una alternativa para distintos tipos de contenidos a los cuales no es, todavía, completamente fácil acceder a ellos. Una televisión de paga en donde habría más posibilidades y facilidades. Sin duda tendría que seguir siendo de paga y no por ser canales de nicho, sino porque serían contenidos más elaborados, producciones enfocadas y creadas con un objetivo que rebasa, por mucho, el habitual, el de compartir.
No sería un tema el que esta nueva acción no respetaría ese principio de cualquier red social, porque en realidad no faltaría a eso; la plataforma permite intrínsecamente el “share” práctico.
Por supuesto, YouTube no limita a que canales ya posicionados y grandes usen esta alternativa, no podría funcionar tan bien, ni tan social. Y, respetando eso también, cualquier usuario puede abrir un canal de paga, 0,99 dólares mensuales por suscripción para las mentes creativas.
¿Cualquier persona que haga cualquier tipo de video, como un video-blog, sin una propuesta trascendente y sin una producción interesante puede cobrar a los usuarios? Parece que sí.
¿Cualquier persona pagaría por ver cualquier tipo de video, como un video-blog, sin ninguna propuesta trascendente y sin una producción interesante? No lo creo.
Aquí algunos de los canales de paga que por lo pronto están activos.